La hermosa planta
Por Santiago García Parga
Pero qué bella se ve esa planta
con pétalos de oro y tallo de plata
y siempre enseñas tu hermoso padecer
y no dejas de brillar hasta el amanecer.
Soy yo un digno merecedor
de poder contemplar tu resplandor
todo el dinero del mundo lo pagaría
por contemplar tu rostro cada día.