La espada y la pluma
Por Josemaría Maher Martín. La espada y la pluma. La muerte siempre aparece. La vida siempre se esfuma. La vida se desvanece, como en los mares la espuma. Con espada unos perecen, otros prefieren la pluma. Todo el mundo envejece, aunque alguno no lo asuma. Los días están contados. No te quite la esperanza. Todos …
Laocoonte y sus hijos
Dibujo a lápiz. Obra de Joaquín de Marichalar González-Lahore.
La fuente
Por D. Francisco Martín de la Hoz. En la tarde gris de aquel verano… En la noche dulce del astro temprano… ¡Escuché el canto! ¡Escuché la voz! ¿parecía llanto? ¿quizás amor? ¡Qué clara el agua de aquella fuente! ¡Qué claro el rumor que llena mi frente! ¡De noche la luna se refleja en su espejo! …
La felicidad
Por Tristán Ferrer López. Ese lugar… lo podemos alcanzar, juntos. Si cada uno trae ladrillos y cemento, para que reconstruyamos nuestros cimientos. En todo el mundo, en el centro, ¡Vamos a levantar una ley! Cada uno es como es, con sus miedos y sus gustos, nos tendremos que entender. Y entonces, viviremos a gusto.
He venido a suplicarte
Por Álvaro Gutiérrez de Cabiedes Gonzalvo. Virgen poderosa, Madre de las madres, Como existe gente sin conocerte He venido a suplicarte Que a todos ellos los ampares. Ellos no saben que les quieres. Por eso flores vengo a darte Y también a desagraviarte Para que tú no llores Solo quiero que los salves. Si te …
¿Dónde está el Niño, María?
Por D. Francisco Martín de la Hoz. María, dulce María, José, dulce José, ¿dónde está el Niño, María? ¿dónde está el Niño, José? «Salió temprano, temprano, salió… despuntando el alba con su porte soberano, no se cansaba el alma de contemplarlo… Cristales de rosa lloraban, rompían con el rocío, ¡Caminaba junto al río al reventar la …
Sin saber que pude ser lo que yo quise
Por Juan García Herrera. Sin saber que pude ser lo que yo quise, Y queriendo, enamorado, solo supe, A pesar de que al amor sabe queriendo, Que sin él no pude ser, solo no pude. Tras la brisa, tras el llanto, en la vereda, La ciudad, las amapolas, el delirio, Ruido, viento, terciopelo y vela, …
Aguas de primavera
Por D. Juan Vicente Elías Doral. A veces del azarbe de sus labios suaves como pétalos el bermellón engarza el cielo y la tormenta. A veces en el silencio clamoroso una marca de agua refleja la mirada del cenit. A veces cierra tus ojos con escamas de niebla herida (No pestañees todavía. No hasta ser mirada …